El príncipe (por Romina y Talia)
Había una vez una reina, el rey y su hija. Un día sus padres se tenían que ir de viaje. La hija, que se llamaba Celeste, le contestó a su papá:
-Pero papá, no quiero quedarme sola-.
-Hija, si no te quieres quedar sola cásate. Ya tienes la edad de casarte, yo te doy mi permiso.
La hija se enojó porque no quería casarse.
-No quiero casarme-.
Se fue al parque a contarles a sus amigas: hablaron toda la tarde. Cuando miró la hora, ya era tarde e iba anochecer. Cuando se iba, se encontró con el príncipe Samuel y le dijo:
-¿Quieres casarte con mi hijo?-.
-No-, le dijo la princesa.
Le respondió y siguió su camino. Luego se chocó con un príncipe llamado Gastón y él le dijo:
-Hola amiga, ¿por qué le dijiste que no a ese príncipe?-.
-Por que es un presumido-.
-Ah, por esa razón-.
-Te cuento algo-.
-Sí, dime, por favor-.
-Mis papás se van a ir de viaje y yo me quedaré sola-.
-¿En serio?-.
-Si-.
Y cuando la princesa se fue al castillo sus papás estaban armando las valijas irse de viaje y su mamá le dijo:
-Cuídate mucho hija-.
-Ustedes también-.
-Chau hija-.
-Chau papás-.
Y se fueron. La princesa se fue a su habitación. Al día siguiente se fue con su amigo a la plaza y le dijo que vaya a su casa.
-Bueno-, le dijo su amigo.
Se fueron a su casa, pero vieron que todavía estaban sus papás y la princesa le dijo:
- ¿Por qué siguen aquí?-.
- Por que te queríamos decir algo importante-.
-¿Qué?-.
- Tienes un hermano-.
- ¿Qué?-.
- ¿Cómo se llama?.-
- Se llama Gastón. Le dijo su papá-.
La princesa fue con su amigo a decirle que tenía un hermano.
- Gastón, tengo un hermano-.
- ¿De verdad?-.
- Sí, me dijo mi papá- le dijo la princesa.
- Celeste yo soy tu hermano-, le dijo Gastón.
Y se fueron a su castillo para hablar con sus papás y cuando llegaron le dijo a su papá.
-¿Quién es él?-, dijo el rey.
- Es mi amigo, pero me dijo que es mi hermano-, le dijo la princesa.
- Gastón eres tú-, le dijo el rey.
- Sí papá soy yo-, le dijo el príncipe.
- ¿Por qué te escapaste hijo?- dijo el rey.
- Porque me iban a dejar solo- dijo el príncipe.
- No, hijo, te ibas a quedar con tu hermana-.
- Pero olvidemos ese asunto-.
- Lo importante es que estás aquí-.
Y vivieron felices para siempre.
Fin