La historia de Rayquaza
Había una vez, un chico que se llamaba Rizzo. Tenía un gorro de color rojo y negro, también un pantalón de color verde y amarillo y una camisa del mismo color. Su mascota se llamaba Lucario: era un lobo mágico, que usaba pantalones de color azul, y sus orejas eran enormes.
Ellos eran aventureros, hasta que un día Rizzo se enteró que un dragón, al que le decían "Rayquaza" había raptado a su padre. Entonces, se embarcó en una aventura. Con Lucario, ellos pasaron por montañas, por agua, por bosques hasta que llegaron a una cueva, en la que había un mago que se llamaba Sebastián.
- ¿Usted es el mago Sebastián?-, le preguntó.
- Si, ¿Y usted quién es?-.
- Yo, soy Rizzo y el es Lucario, mi mascota-.
- ¿Conoce a mi padre? Se llama Norman-.
- Sí, él era mi alumno y dijo que fue a derrotar a Rayquaza-.
- Ah, bueno. muchas gracias, hasta luego.
- Hasta luego-.
- Hasta luego-.
Rizzo se fue a su casa y se preparó para luchar contra Rayquaza. Agarró sus cosas: su espada y su escudo, también agarró su pokeball en la que estaba Lucario.
Rizzo fue a la montaña de Rayquaza, llegó y cuando lo vio le dijo:
- ¡No te tengo miedo Rayquaza!-.
-¡Yo tampoco te tengo miedo! Atrévete a pelear contra mi como un verdadero guerrero-.
Ellos lo vencieron y Norman dijo:
- ¡Gracias por salvarme hijo!-.
- De nada padre-.
Fin