Mesíe y sus aventuras
Había una vez una familia de ogros que vivía en el medio del bosque, atemorizada, por el rey de la comarca.
Un día la mamá, llamada Patricia, salió a buscar comida para su ogro bebé llamado Mesíe. Tenía un viaje de tres días. Pero había pasado una semana y todavía volvía. Ese mismo día pasaba un señor, llamado Javier, que era un genio ocurrente. Y justo escucho llorar a alguien, fue a investigar la cueva de piedra y vio a un mini ogro llorando, le dio lástima, se lo llevó a su casa en la punta del Obelisco. Después de diecisiete años, Mesíe se dio cuenta que sí tenía mamá, pero la habían atrapado los guerreros de la comarca. Entonces, se comprometió a buscar a su madre. Le pidió al genio que lo acompañe al bosque.
- Bueno, vamos- dijo el genio. - ¡Si! - dijo con alegría Mesíe. Cuando llegaron al bosque, apareció una bruja y les dijo: - Hola, soy Cachufla, la bruja del bosque. Te invito a mi casa a comer. - Está bien, es bueno hacer amigos. ¿A qué hora?- dijo Mesíe. - ¿Te parece a la 20 horas en mi casa? - Ahí estaremos - Chau, hasta luego- dijo la bruja. - Chau-, dijo Mesíe.
Cuando llegó a la casa de la bruja y tocó la puerta, la bruja le abrió la puerta a Mesíe y al genio. Cuando la bruja les abrió, enseguida cerró la puerta con llave y Mesíe le preguntó: - ¿Por qué cerraste la puerta con llave? - Para que se queden atrapados y para comerlos mejor. Mesíe quiso defenderse, pero la bruja lo noqueó de una piña. El genio también quiso defenderse: empezó a escribir un plan para escapar de la bruja, pero la bruja lo hechizó y lo convirtió en una rana. Cuando Mesíe despertó se dio cuenta de que estaba en la casa de la bruja, dentro de una olla con agua.
El genio despertó y estaba en un pantano, se preguntó: - ¿Cómo llegué a aquí? Después, Mesíe se fue de la casa de la bruja y vio una rana que lloraba y gritaba. - Perdí a mi amigo Mesíe y no puedo salvarlo, soy demasiado enano. - Hola Javier. - ¡Mesíe! ¿Cómo escapaste? - La bruja fue al bosque y dejó la puerta abierta. - Vamos a tu casa e intento ayudarte. Llegaron a la casa del genio e hicieron una poción para convertir al genio en persona de vuelta. Después de un mes, Mesíe encontró una ogra corriendo, fue corriendo atrás de ella y le preguntó: - ¿Por qué corres?-. - Escapo de los caballeros de la comarca, me quieren atrapar-, dijo la ogra agitada. - Ven, escondámonos aquí-. - Gracias-, dijo ella. Después Mesíe le dijo a ella: - ¿Por qué te cazaron ellos?-. - Porque no tenemos permitido cruzar la calle. pero ellos no entienden que yo lo hice porque mi hijo no tenía comida-. Mesíe vio que ella estaba llorando y le preguntó: - ¿Por qué lloras?-. - Porque ahora estoy viendo esta cueva y es la cueva en la que perdí a mi hijo. - Es imposible, aquí era donde yo vivía cuando era chiquito. Cuando me encontró mi tío Javier porque yo había perdido a mi madre-. - ¿Cómo te llamas?-, le dijo ella. - Mesíe Diamantes, ¿por qué?-. - ¡Mesíe, sos vos hijo!-. - ¿Mamá? ¿Sos vos?-. - Sí-, dijo ella gritando. No se dio cuenta de que todavía estaban los caballeros. Cuando ellos escucharon el grito, fueron a la cueva y los cazaron y los llevaron a la cárcel. Después de unas horas apareció Javier y les dijo: - Los voy a sacar de aquí-. Javier los sacó de ahí. Mesíe le presentó a su madre y le dio las gracias por haber cuidado bien de Mesíe. Y todos vivieron felices por siempre.
Fin.