Las aventuras de Carlitos

Había una vez un ogro llamado Carlitos, que vivía con su familia en un pantano. Un día, cuando estaban durmiendo, a los padres de Carlitos los raptaron. Cuando el ogro despertó vio que sus padres no estaban salió a buscarlos, gritó y no oyó nada. Después de 3 años, la tía de Carlitos lo adoptó. Se dio cuenta que le estaban mintiendo porque cuando sus primos lo tiraron y el vidrio del cuadro más antiguo de la casa se rompió y vio una nota que le dejaron sus padres, leyó: “Querido Carlitos, tu sabes que nos perseguían dragones, así que no nos vengas a buscar por favor. Te amamos mucho, tus padres”. Después de mudarse con su tía, Carlitos no podía dormir durante días. Después de una semana empezó a jugar con los primos y cuando jugaban a la mancha, le pusieron la traba y se chocó contra el cuadro más antiguo que tenían y se cayó. Cuando el vidrio del cuadro se cayó, salieron cientos de cartas que decían “Para el querido Carlítos, tus padres”.

Cuando las vio, las agarró todas y se fue corriendo a su cuarto y las leyó todas y se puso a llorar. A media noche fue a su antigua casa y buscó el mapa. Se fijó dónde quedaban las cuevas de los dragones. Carlitos les preguntó a sus amigos si querían ayudarlo a salvar a sus padres de los dragones. A primera hora, partieron para la cueva de los dragones en lo más alto de las montañas. Tiempo después que partieron, estaban debajo de las montañas, se dieron cuenta de que se habían olvidado las sogas para escalar las montañas. Entonces rodearon toda la montaña y vieron un ascensor que llegaba hasta la cima de la montaña. Llegaron a la cima de la montaña... ¡y los esperaban para comérselos!

Fin